jueves, 26 de julio de 2012


Happy Halloweeen everybody
Esta es la historia de un hombre cuya cabeza era una calabaza de Halloween y cuyas extremidades enredaderas. Esté hombre, de nombre George, estaba profundamente enamorado de  una joven hija del dueño del huerto donde el residía. Tan bella, tan joven, tan inocentes, tan dulces y lucida, era amor total y puro en toda su percepción.
Él le veía todos los días, le soñaba y le pensaba pero nunca se atrevió a hablarle. De vez en vez le mandaba flores que recogía del huerto, pero para la joven ilusionada él era completamente invisible.
Comenzó el otoño que  tiñó al huerto de color naranja y café, algunas plantas se marchitaron pero no George, él siempre tenía razón por la cual seguir viviendo, seguir dulce y maduro.  Bajo lluvia invierno o sol, él le amaba con todo el corazón.
Entonces fue cuando el 31 de octubre cayó. Casas decoradas de horror y huertos baldíos fue lo que dejó.
Fue el día más feliz de George, pues por primera y última vez dejó de ser invisible para su amada. Por fin le invitó a pasar. Esa casa que siempre se le había hecho tan imponente y esa mujer que lo hacía sentir tan débil y a la vez tan fuerte.  George no podía esperas para recitarle cuantos sonetos supiera y tebeos   se le ocurriera. Por  fin era libre de amarla. George daría lo que fuera por ella.
Ese día la chimenea de la casa humeaba amor y dulce olor a pumkin pie.  Y hasta el fin de sus días George vivió a lado de su amada Elena,  en el marco de su ventana alumbrándole con la luz que emitía corazón y la vela en su interior. 

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